En noviembre de 1992 los gobiernos, insular y regional, acuerdan iniciar los trámites para la declaración de la isla de Lanzarote como Reserva de la Biosfera. De esta forma, los acuerdos institucionales daban respuesta a las diversas demandas para la declaración de la isla, entre las que merece destacar la ferviente defensa del artista César Manrique.

El 7 de octubre de 1993, la isla de Lanzarote fue declarada Reserva de Biosfera por el Consejo Internacional del Programa MaB de la Unesco.

La gestión de la Reserva de Biosfera recae en el Cabildo de Lanzarote. Creado en 1912, el Cabildo de Lanzarote es una figura político-administrativa intermedia que se encuentra entre la Autonomía y los municipios, que son las unidades territoriales de menor rango, más próximas a los administrados, cuya concreción son los Ayuntamientos.

Con la finalidad de impulsar y desarrollar la declaración de Lanzarote como Reserva de la Biosfera y coordinar las actuaciones de las distintas Administraciones Públicas y las que se entablen entre éstas y las entidades privadas, en su caso, el Cabildo Insular, en ejercicio de su potestad de autoorganización, crea, como órgano desconcentrado y sin personalidad jurídica propia, el Consejo de la Reserva de Biosfera.

Los órganos de gobierno del Consejo de la Reserva de Biosfera son:

  1. El Consejo de Administración, que se denominará Junta Rectora.  
  2. El Presidente.
  3. El Director-Gerente.

Dependiente de la Junta Rectora y con carácter de órgano consultivo de la misma, se crea el Gabinete Científico de la Reserva de Biosfera, cuyas funciones serán, en general, el asesoramiento técnico y científico aplicado a los fines de la Reserva entendidos como se plasman en la Estrategia de Sevilla de 1995 (UNESCO Resol.28 C/ 2.4)