Suárez Bosa, Miguel
Geografía e Historia – Las Palmas de Gran Canaria – 1993

Resumen del contenido y conclusiones: la situación de los trabajadores en las Canarias orientales experimentó cambios significativos en el periodo acotado (1919-1936). En la economía, aunque seguía basada en la agricultura, se aprecian avances en el sector Industrial – Pesca, Tabaco -, El Comercio y en los Servicios. La coyuntura fue primero de crecimiento económico hasta el final de la Dictadura de Primo de Rivera y principios de la II República, para dar paso a una etapa de crisis en los añostreinta. La población, en constante aumento durante estos años, continuó el proceso de urbanización; y, en la estructura social, se nota el avance de los trabajadores asalariados. La situación política muy inestable – crisis de la monarquía, dictadura de Primo de Rivera, Segunda República – propicia la aparición de partidos y formas de hacer equiparables al resto de España. Asimismo, se constata un notable cambio en la cultura, las modas, y la vida cotidiana, etc. En una sociedad periférica, como lo era la canaria, la situación de los trabajadores es en general precaria. Pero los efectos de la coyuntura nacional e internacional y la progresiva consolidación de un movimiento obrero con notable auge en la segunda república, hace que su condición mejore. La implantación de mecanismo de negociación colectiva (Comités Paritarios y Jurados Mixtos), la progresiva reglamentación laboral y la mayor capacidad de presión de los sindicatos permite progresos en las relaciones laborales. El inicio de la seguridad social, los avances en la enseñanza, el auge asociativo de todo tipo, etc., nos autoriza a hablar de una mejora en la condición obrera y del nivel de vida, aunque con altibajos a lo largo del periodo; sin embargo, no conviene ignorar la persistencia de notables retrasos en la seguridad e higiene, la vivienda o el trabajo femenino. Es decir, perviven características propias de una formación social de economía dependiente: formas de empleo arcaicos en la agricultura (aparcería), hipertrofia del servicio doméstico, las peculiaridades propias de los trabajos portuarios y, en general, duras condiciones de trabajo; de igual manera, los efectos de la crisis se hacen notar agudamente, por ejemplo en el paro obrero. Los trabajadores logran en este periodo implantar organizaciones obreras (sindicales o partidarias), pero su aparición, con notable retraso respecto a otros lugares de España, es otro de los rasgos peculiares. La preponderante influencia en los sindicatos primero del PSOE, que desplazó a los republicanos, y luego de socialistas junto al PCE determina la orientación ideológica de aquellos, enmarcada dentro de un sindicalismo reformista y moderado de conquistas escalonadas, si bien las especiales características económicas, sociales y políticas del periodo republicano ocasionaron la radicalización de sus acciones.