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2. La opinión de la población
La Estrategia Lanzarote en la Biosfera
(E.L+B.) se ha diseñado como un proceso abierto en el que es convocada la población con
un doble fin: explorar las previsiones de futuro apreciables en la Isla y guiar la
elaboración de un programa de actuaciones que ayude a definir el escenario común más
favorable. Ese escenario ha de ajustarse a las directrices marcadas por la pertenencia de
Lanzarote a la Red Mundial de Reservas de Biosfera y viene a englobarse bajo el término
de sostenibilidad.
La complejidad de un objetivo tan ambicioso, al margen de que en los análisis sobre la
Isla se manejen toda una serie de valores e indicadores objetivos sobre aspectos
fundamentales de la evolución de Lanzarote, deriva de la variada percepción que pueda
tenerse sobre los conceptos mismos de sostenibilidad, compatibilidad, etc. De hecho, la
valoración de lo que se considera deseable o no, y las prioridades o renuncias de unos
objetivos frente a otros, no dejan de tener un fuerte componente de apreciación cultural
y social. Es por eso que se ha considerado fundamental implicar a la población en la
elaboración de la E.L+B.
La participación de la población
En la elaboración de la estrategia se ha asumido desde el principio la participación de
la población. Cuatro líneas de acción han sido adoptadas para que dicha participación
sea lo más fundada y fecunda posible: incorporar expertos insulares a los equipos
técnicos que están elaborando la Estrategia; conocer la visión de la población sobre
los principales problemas existentes en la Isla y las mejores vías para solucionarlos;
facilitar el máximo de información a la sociedad sobre las consecuencias que una u otras
opciones de desarrollo acarrearían para el futuro de la Isla; y contrastar, al final del
proceso, el grado de identificación de la sociedad insular con las propuestas de la
E.L+B.
Con ello, se pretende fortalecer el conocimiento social sobre los retos y oportunidades de
la evolución insular y aumentar así sus posibilidades de elección y participación de
la población en la construcción del futuro de la Isla.
¿Cuáles son las áreas de coincidencia detectadas hasta hoy? Así planteado, sin ignorar
las dificultades que entraña dirigir el propio destino en una economía mundial, surgen
varios objetivos generales propuestos o asumidos casi por unanimidad:
Contener las tendencias actuales de crecimiento desbordado.
Mantener o mejorar la calidad de vida insular. (medio humano y medio natural)
No diluir, sino reforzar, las señas de identidad propia.
La opinión de los ciudadanos sobre el proyecto de la E.L+B. se sintetiza en los
siguientes puntos:
El 95% de los cuestionarios confirma la preocupación hacia el futuro. El presente
se identifica con un necesario punto de inflexión. En adelante, la tendencia de deterioro
de la calidad de vida no compensa la expectativa de alcanzar un mayor nivel de vida.
Un 45% considera ajustado el escenario de futuro dibujado por el Documento Inicial.
Otro 23% estima suavizada la previsión. Y el 29% valora muy arriesgado o improcedente el
ejercicio.
Todas las personas mostraron sintonía con la oportunidad social que ofrece la
E.L+B. de encarar el futuro, especialmente por cuanto dota de contenido a la calificación
de la Reserva de Biosfera ¡Por fin!
Un 92% aprobaba los objetivos del documento. Nadie ignoraba la enorme dificultad de
esta empresa colectiva. No parece creíble, aunque se vea tan necesario.
El esquema de trabajo pareció oportuno y recibió aportaciones nacidas de gran
inquietud, destacando dos cuestiones de muy diferente tratamiento: la capacidad real de
maniobra de que dispone esta sociedad ante su futuro; y la dimensión humana del
desarrollo.
La participación mostró claramente los recelos de esta sociedad ante sí misma.
Aunque se buscaban aportaciones para concretar la mejor manera de intervenir, la mitad de
las respuestas mostraba su interés y a la vez escepticismo respecto a la viabilidad de un
debate social amplio en la Isla.
El diagnóstico de problemas y propuestas ofrece un panorama de coincidencias y
desconfianzas. Hay una gran sensibilidad hacia el futuro, desde la frustración personal y
la división social.
Como muestra de la convergencia de posturas solitarias que este proceso empieza a
desvelar, cabe destacar el 95% de respuestas que plantean como política adecuada reducir
los límites de crecimiento contemplados en el Plan Insular de Ordenación Territorial
(PIOT)
| LA OPINIÓN DE LOS CIUDADANOS: CUESTIONES CENTRALES SOBRE LANZAROTE
Fuente: Documento Anexo Fase I de la E.L+B. A.Miguélez
1. La preocupación por la degradación del sistema insular y los límites del
crecimiento.
Las entrevistas subrayaron la condición limitada y frágil del territorio insular, la
imposible expansión de las tendencias actuales y la urgencia de gestionar la Isla como
una unidad.
2. La cuestión de la identidad cultural en una sociedad transformada por el turismo.
La palabra que mejor describe la brusca transición que ha soportado la sociedad
insular es la de VÉRTIGO. La identidad cultural como elemento vertebrador y orientador
hacia el futuro ha entrado en crisis. Sin embargo muchas personas apuestan por la apertura
cultural y por aprovechar las oportunidades generadas por la conexión exterior lograda.
3. La preocupación por el riesgo de desvertebración social.
Todos comentan la preocupación de la población por las consecuencias de un proceso
de desvertebración social que se percibe especialmente en Arrecife (sensación de
inseguridad, droga...). Se reconoce la oferta de empleo, pero preocupa el desajuste entre
los puestos de trabajo ofrecidos en la Isla y las expectativas laborales de los jóvenes.
La abundancia de bienes materiales se contrasta con la falta de estímulos culturales y
colectivos, que genera la necesidad en unos y otras de salir de la Isla,
circunstancial o permanentemente.
4. Las críticas al monocultivo del alojamiento turístico.
El turismo ofrece oportunidades, pero entendido como monocultivo del sector alojativo
supone una amenaza hacia el futuro. La maduración del sector pasa por separar el
desarrollo turístico de la promoción inmobiliaria, ya que ésta puede acabar socavando
los propios atractivos de la Isla. Las rentas del turismo han de colaborar al desarrollo
de otros sectores insulares. Y, sobre todo, apostar por una mayor calidad de la oferta que
aumente la capacidad de negociación y limite los impactos.
5. Arrecife: un problema y una reivindicación.
Arrecife cristaliza una profunda reivindicación en relación a las desigualdades
inducidas por el desarrollo turístico. El contraste entre la capital insular y los
núcleos turísticos resulta chocante para el visitante e hiriente para los residentes. Es
el mejor ejemplo de una reclamación insistente: dejar de vivir para el turismo,
para vivir del turismo.
6. Preservar el patrimonio natural y el paisaje.
Uno de los compromisos que supone la calificación de la Reserva de Biosfera, la
conservación de especies y biotopos, apenas ha avanzado desde la declaración sobre el
papel de muchos de los Espacios Naturales Protegidos. Las entrevistas recogen sugerencias
sobre la ordenación de los recursos y su uso en toda la Isla. El paisaje es hoy un gran
valor para todos y una de las amenazas más sentidas.
7. El incremento de la presión humana sobre los recursos.
Superadas las carencias históricas de recursos, resulta imprescindible aprovechar la
actual bonanza económica para limitar la arriesgada dependencia de suministros externos.
Y recuperar y modernizar los hábitos de uso eficiente de los recursos a fin de disminuir
el impacto ambiental de la población.
8. La necesidad de un amplio acuerdo social e institucional.
Que los desafíos que parece plantear el futuro requieren anticipación, nadie lo
duda; el escepticismo surge cuando todos son conscientes de que dicha anticipación
requeriría un gran acuerdo social e institucional a nivel insular. ¿Estarán los
dirigentes conejeros y la sociedad misma a la altura del reto histórico que se presenta? |
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